Una buena planificación del laboratorio lo es todo

Elementos que los gestores deben tener presentes respecto al equipamiento

En el momento de planificar un laboratorio los gestores se enfrentan a diversos retos. Desde la técnica médica hasta el laboratorio farmacéutico, pasando por la tecnología genética, la norma general que se aplica suele ser que el equipamiento técnico necesario para lograr resultados excelentes es, ante todo, una cosa: caro. A ello se le suma que el personal con mejor cualificación del mercado de trabajo no solo está muy solicitado, sino que los gestores empresariales y estatales deben rascarse mucho el bolsillo para acceder a empleados bien formados. De ahí deriva la gran importancia de analizar la demanda específica en la planificación del laboratorio y, así, conseguir soluciones de equipamiento adecuadas. Los laboratorio están sometidos a una elevada presión presupuestaria no solo en el sector público. También los gestores de laboratorios privados, de acuerdo con la gestión lean, deben tener presente que todas las medidas aplicadas sean las óptimas y, a ser posible, de forma inmediata y sostenible.

La planificación del laboratorio es personalizada

Cada laboratorio es diferente; no existe algo como una solución global para el equipamiento. Al contrario, en el concepto de institución de laboratorios modernos deben tenerse en cuenta los requisitos específicos del objeto en cuestión. Uno de los aspectos más importantes en la planificación del laboratorio es la cuestión del ritmo de trabajo. En función de cuál sea el objetivo principal del laboratorio (y, en parte también, de la clase de seguridad correspondiente) puede resultar incluso útil separar físicamente las áreas de trabajo. Por ejemplo, en biología molecular esto es imprescindible, puesto que es la única manera de evitar de forma permanente contaminaciones no deseadas que pueden perjudicar la obtención de resultados óptimos. Por supuesto, las elevadas exigencias de planificación del estilo de laboratorio en cuestión se reflejan en la concepción de los diversos puestos y estaciones de trabajo.

La silla de laboratorio es clave

Las sillas son un buen ejemplo de lo complejas que pueden ser las exigencias para el uso de materiales de trabajo en el laboratorio. Y no solo en relación con la higiene, sino que también la seguridad laboral desempeña un papel fundamental en este sentido, motivo por el cual una silla de laboratorio debería cumplir siempre los máximos estándares de seguridad. En lo concerniente a la protección contra incendios, los gestores de laboratorios también deben revisar las características de la solución de asiento planeada, ya que, en función del tipo de laboratorio del que se trate y de las sustancias utilizadas, la seguridad en caso de incendio es un criterio decisivo para el uso de una silla.

La buena planificación del laboratorio tiene presentes los ritmos de trabajo

Igual de diversos que los ámbitos temáticos de los laboratorios pueden ser los ritmos de trabajo concretos en cada una de las instituciones. La postura corporal que es necesario mantener y la posición de asiento acorde con ella determinan siempre los requisitos que debe cumplir la silla de laboratorio. Trabajar inclinado hacia delante sobre el microscopio o las pipetas suele ser típico de los laboratorios. En este caso, la planificación del laboratorio ya exige contar con una solución de asiento que alivie el cuerpo del empleado. Por ejemplo, esto se puede conseguir con opciones de ajuste desarrolladas específicamente o con materiales flexibles en la parte delantera del asiento.

Muchos laboratorios también disponen de estaciones de trabajo en las que, como en una cinta transportadora, se debe trabajar con rapidez en posición erguida con múltiples ensayos. Para eso se recomiendan soportes para estar de pie fáciles de manejar y que alivien el cuerpo o, como alternativa, sillas que permitan sentarse en una posición elevada. Dado que cada metro cuadrado del laboratorio tiene gran valor, en lo que respecta al equipamiento también se debe prestar siempre atención a una organización espacial óptima. Las sillas y taburetes de laboratorio y los soportes para estar de pie deberían tener una estructura compacta y resultar fáciles de almacenar en todo momento para no desperdiciar espacio.

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